Entrevista 9 abril 2025

Seydou Wane: «Las mujeres demuestran que se puede alimentar al mundo sin destruir el medio ambiente»

Seydou Wane, es el actual secretario ejecutivo y miembro fundador de FODDE (Forum pour un Développement Durable Endogène), una entidad con quien el Fons Català empezó a colaborar hace 20 años bajo el marco del actual proyecto de articulación de una red de perímetros agrícolas en Casamance en base a la soberanía alimentaria y el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres. Actualmente, FODDE es una entidad de referencia en las regiones de Kolda y Sedhiou, interviniendo en numerosos proyectos del Fondo Catalán en los dominios de soberanía alimentaria, del género y el empoderament de las mujeres y los derechos humanos. Recientemente, el proyecto de la red de perímetros recibió el premio al proyecto emblemático de la Nit del Fons 2025.

  • La red de perímetros, que inició con 12 huertas y ya cuenta con 20 huertos comunitarios liderados por mujeres, ha recibido financiación de una veintena de ayuntamientos catalanes, además de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD). ¿Cómo valoráis que este proyecto sea reconocido como el primero a recibir el premio al proyecto emblemático dentro de los premios de La Nit del Fons 2025?

Muchas gracias, como dices este proyecto y este premio es muy importante para nosotros, especialmente porque viene del Fons Català. Nosotros en FODDE decimos que el Fons es nuestro socio de corazón, porque no es solo una relación técnica, realmente es una relación de muchos años que ha contribuido positivamente a nuestra propia historia y crecimiento.

Nuestra cooperación se ha construido a base de muchos intercambios, muchas visitas sobre el terreno, muchos debates, muchas discusiones. Recibimos dinero otras instituciones, pero están más interesadas en los informes que en las relaciones con las personas que forman parte de nuestra entidad. Por eso apreciamos tanto este tipo de cooperación tan humana que tenemos con el Fons.

  • Se trata de un proyecto que se ha extendido por las 3 regiones de Casamance y donde las mujeres han tomado un rol importante y de liderazgo en la soberanía alimentaria. ¿Qué papel tiene la mujer casamancesa en la seguridad alimentaria de los hogares y como ha contribuido el proyecto a su empoderamiento?

Hay una expresión conocida por todas partes que dice que las mujeres alimentan al mundo, pero en Casamance es realmente mucho más marcado, las mujeres aquí juegan un gran papel en la autosuficiencia alimentaria.

Aun así, todavía queda mucho trabajo para que esta realidad sea aceptada y compartida por toda la sociedad. Cuando le preguntas a un hombre sobre que hace su esposa como ama de casa, la respuesta mayoritaria es que “no hace nada”. Desde FODDE, hemos hecho estudios y podemos ver que, en cualquier época del año, las mujeres están ocupadas trabajando durante 16 horas. En cambio, los hombres, hay épocas del año, como por ejemplo durante la época de lluvias, en que solo están ocupados 2 horas al día. La razón por la que las mujeres están ocupadas todo el año es porque además del trabajo de producción agrícola también se encargan de las tareas reproductivas, asegurándose que todos a la familia coman bien, se mantengan sanos y tengan agua para beber.

En cuanto a la autonomía económica, este proyecto también ha contribuido a formar a las mujeres sobre sus derechos económicos, políticos y sociales. Detectamos que cuando los alimentos son productos agrícolas destinados al autoconsumo familiar, las mujeres sí que tienen acceso y libertad para utilizarlos cómo quieran, pero cuando estos productos generan ingresos económicos, los hombres aparecen y se apropian de los beneficios. Esto es un hecho conocido, y por este motivo se ha tenido que luchar para que las mujeres no solo puedan producir, sino también controlar las ganancias que generan. Este proyecto ha trabajado mucho en esta cuestión, ayudando las mujeres a aumentar sus ingresos y a gestionarlos.

El proyecto ha impulsado la creación de sistemas de ahorro denominados Comunidades Autogestionadas de Financiación (CAF) para facilitar el acceso al crédito. Este sistema permite que cuando una mujer gana dinero, pueda ahorrarlo en algún lugar seguro. Así, si necesita dinero, puede acceder a sus ahorros para desarrollar actividades económicas o cubrir gastos importantes, como llevar a su hija a la escuela. Este sistema proporciona autonomía económica a las mujeres, que es una base esencial para poder negociar otros derechos.

  • La red ha recuperado huertas que se habían creado años atrás y que habían dejado de funcionar o pasaban por dificultades, y también ha acompañado la creación de nuevas huertas de entidades de ciudadanía catalana de origen senegalés, o a propuesta de FODDE o de la ACCD, hasta lograr los 20 huertos comunitarios actualmente. ¿Cuál es el estado actual de la red? ¿Se prevé que entren en funcionamiento más huertas?

Como bien dices, no hemos creado este proyecto desde cero. Cuando empezamos, ya había mujeres que trabajaban con los pocos recursos disponibles. Nuestro papel se ha centrado en mejorar el acceso a la tierra y a los medios de producción, ayudándolas a organizarse mejor, a trabajar juntas en un mismo espacio y mejorar sus técnicas agrícolas. Por ejemplo, trabajamos con las mujeres para promover la agroecología, evitando el uso de productos agroquímicos y pesticidas nocivos para la salud. Recuperamos la agricultura tradicional, que utiliza fertilizantes naturales y un aprovechamiento responsable de la tierra. De este modo, las mujeres demuestran que se puede alimentar al mundo sin destruir el medio ambiente.

El proyecto no disponía de grandes inversiones, pero se ha basado en la capacidad y la fuerza de las mujeres. Las mujeres son valientes y trabajadoras, y apoyarlas es fácil. La prueba es que, a pesar de la carencia de financiación, el proyecto continúa. Esto también demuestra su compromiso con esta iniciativa. Pero seguimos teniendo necesidad de financiación para poder reforzar este proyecto en aspectos como la construcción de pozos, bombas solares o vallas de agua, puesto que estas inversiones son demasiado costosas como para que las mujeres las asuman.

  • ¿Cómo te has implicado y qué ha sido tu papel dentro de FODDE?

Todo empezó gracias a una ONG belga, que trabajaba temas de cooperación para el desarrollo sostenible en la región senegalesa de Kolda junto con un equipo senegalés. Un asistente técnico belga que venía esporádicamente de Dakar, reconoció que los equipos locales ya trabajaban de manera autónoma y nos sugirió crear una entidad senegalesa legalmente reconocida que se hiciera cargo del trabajo ya iniciado.

Así es como yo me involucré, formaba parte del equipo senegalés que trabajaba con la ONG belga y decidí implicarme en la fundación de esta nueva entidad senegalesa. Este proceso culminó el año 1997 con la asamblea general constitutiva de la asociación Forum pour un Développement Durable Endogène (FODDE), los miembros de la cual son voluntarios procedentes de todos los ámbitos de la sociedad civil senegalesa (agricultores, intelectuales, académicos) y de las diferentes regiones del país, como Dakar, Kaolack, Tambacounda y Kolda.

Cuando la ONG belga decidió retirarse tres años más tarde, fue un momento estresante, puesto que perdimos a nuestro principal apoyo. Pero entonces el Fons Català nos propuso los primeros proyectos de cooperación, junto con el Ayuntamiento de Sant Sadurní d’Anoia. Fueron nuestros primeros grandes socios en España y gracias a este apoyo externo también pudimos continuar con todas las dinámicas de creación de la organización. En este momento yo estaba más involucrado en el trabajo de creación de la organización, por lo cual fui seleccionado como secretario ejecutivo, y asumí la responsabilidad de coordinar al equipo técnico.

  • La región de Casamance también se ha visto afectada por un conflicto armado desde hace más de 40 años, el más largo del continente africano, pero aun así considerado un «conflicto olvidado» y de baja intensidad. ¿Cómo ha afectado esto a FODDE?

Nuestra organización defiende que la paz es un pilar fundamental para el desarrollo. No podemos hablar de desarrollo si hay conflictos sin resolver. Por eso, nunca nos hemos considerado una organización neutral, y cuando ha habido conflictos en los territorios donde trabajamos nos hemos ocupado de ellos.

A causa de los años de sequía, hubo molido de movimiento de población desde el centro del Senegal hacia Casamance, que era donde todavía llovía. La migración de poblaciones hacia esta región generó tensiones por el acceso a los recursos naturales. Cuando el conflicto llegó a la región de Médina Yoro Foulah, fue la misma población local quien nombró *FODDE como entidad mediadora de confianza.

El conflicto armado a Casamance es muy complejo y llegar a un acuerdo entre los actores implicados requiere diálogo y soluciones dignas para todas las partes. Hicimos la mediación utilizando mecanismos tradicionales, organizando reuniones lideradas por gente mayor para conseguir que la gente hablara y llegara a un acuerdo. Para cada problema, la gente mayor explicaba el conflicto, gestionaba el debate por la búsqueda de una solución y una vez encontrada la solución hacían un juramento que todo el mundo tendría que respetar.

  • ¿Habéis notado algún cambio desde la llegada del nuevo gobierno?

El cambio político en Senegal ha sido impulsado por una juventud que reclama una nueva generación de líderes. Esta vez sí que hemos visto llegar a gente nueva a la escena política, y esto está despertando muchas esperanzas. La mayoría de la población senegalesa casi un 70%, tiene menos de 35 años, así que es una población muy joven. Es un momento clave para transformaciones profundas. Ahora el reto es garantizarlos educación, formación y ocupación para evitar que esta energía se convierta en frustración.

En cuanto a nuestro sector, desde FODDE estamos trabajando con el Comité de Cooperación, para implementar un modelo de cooperación que implique en los gobiernos locales y trabaje desde la solidaridad. Finalmente, el trabajo con el Fondo Catalán ejemplifica una solidaridad entre pueblas basada en el apoyo municipal a iniciativas sociales. Esto rompe con la tendencia al individualismo y muestra que es posible construir un mundo más solidario.

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